El efecto mariposa: todos estamos conectados – Lovetuner Ir directamente al contenido

One World. One Love. One Tone. LOVETUNER 528hz

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The Butterfly Effect: We Are All Connected

El efecto mariposa: todos estamos conectados

“Un ser humano es parte de un todo que llamamos universo, una parte limitada en el tiempo y el espacio. Se percibe a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto, una especie de ilusión óptica de su conciencia. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta prisión ampliando nuestro círculo de compasión para abrazar a todos los seres vivos y a toda la naturaleza en su belleza.” 

– Albert Einstein

Todos estamos conectados. Esto es más que un simple deseo esperanzador; es una ley eterna y duradera del universo. Cuando vivimos nuestra mejor vida—con salud, vitalidad y bienestar espiritual—estamos utilizando activamente esta conexión profunda con el mundo natural a través del fenómeno de la frecuencia natural. Einstein, un gran matemático y filósofo, comprendía esta conexión. Tesla, el gran inventor que experimentó con la frecuencia y la energía y sentó las bases de la transmisión inalámbrica, también lo comprendía. Esta capacidad de pensar e imaginar más allá de los límites de nuestra existencia física es lo que los convirtió en grandes hombres con la habilidad de influir y cambiar el mundo. Sabían que existe un orden en el universo.

Este orden está presente y es evidente en todo lo que nos rodea, con pruebas basadas tanto en la ciencia como en las matemáticas, desde la quietud de una piedra hasta el asombro de una estrella fugaz. Lamentablemente, ya sea por diseño o por intervención maliciosa, gran parte de la humanidad se ha desconectado de este orden natural. Como resultado, toda la vida humana está en peligro, viviendo en un estado debilitado y plagado de enfermedades, conflictos y corrupción espiritual. Pero ahí también reside la posibilidad de cambio y sanación. Es posible crear un cambio real a través de la conexión y la vibración. Comienza con cada uno de nosotros.

En la película de 2004, *El Efecto Mariposa*, el personaje de Ashton Kutcher descubre que puede viajar en el tiempo. Entonces, comienza a usar esta nueva habilidad para viajar al pasado con la ambición de rectificar malas decisiones que tomó, con la esperanza de crear un futuro mejor. Al regresar a su vida futura, empieza a darse cuenta de cómo estos pequeños cambios han repercutido no solo en su vida, sino también en las vidas de quienes lo rodean. Descubre que cada decisión que toma tiene un efecto profundo y, a veces, devastador en su futuro y en el de todos los que lo rodean. Al igual que el personaje de la película, cada uno de nosotros tiene el poder de, mediante nuestras acciones, crear una reacción en cadena para el bien o para el mal y la destrucción.

Todos los seres humanos desean conexión; este anhelo existe dentro de cada uno de nosotros y forma parte de nuestra naturaleza. Ese mismo deseo, en ocasiones, nos impulsa a buscar conexión sin pensar en las consecuencias, lo cual solo alimenta la desconexión. Hemos “olvidado” que somos parte de un plan mucho más grande y un eslabón importante de todo lo que es la creación. Pero incluso si ya no sentimos esa conexión, todo lo que hacemos, cada intención y cada acción crea un efecto dominó o efecto mariposa en todo el universo que nos impulsa—a nosotros, a toda la humanidad y a nuestro planeta—hacia un mundo en equilibrio o un mundo en guerra.

Estamos viendo cómo nuestro planeta, nuestra fuente de sustento y aquello que proporciona la base bajo nuestros pies, parece autodestruirse. Tal vez sea nuestra separación de la naturaleza lo que nos hace vagar, absortos en nosotros mismos, tratando de llenar el vacío que deja esta pérdida. Los seres humanos ya no son guardianes del mundo natural, sino usuarios del mundo natural, y muchos ni siquiera se dan cuenta de que este abuso y negligencia están destruyendo nuestra fuente de vida. Algunos solo se enfocan en sobrevivir, mientras que otros están atrapados en la acumulación de riqueza y poder a costa de los oprimidos. Pero el poder es una ilusión. Tarde o temprano, la naturaleza se reequilibra, devolviendo el orden natural de las cosas: la Tierra seguramente sobrevivirá, pero la humanidad puede que no, si seguimos por este camino. Incluso una transgresión aparentemente pequeña puede iniciar una reacción en cadena de destrucción y pérdida. Pero a través de la conciencia plena de nuestras acciones, podemos despertar conscientemente nuestra conexión con el mundo natural, y comenzar a vibrar con un cambio positivo que cree sanación en todo el mundo.

Fue con este propósito que se creó el Lovetuner. La frecuencia del amor, esa frecuencia que existe en nuestro ADN y en la clorofila que alimenta la vida en abundancia en nuestro planeta, es la clave. Un mundo en tumulto y división solo resalta la urgencia de esta búsqueda. Con el Lovetuner y los 528 Hz, podemos comenzar a sanarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo restaurando la frecuencia natural que todos anhelamos.